“Habíamos dicho durante la semana que íbamos a librar una batalla en Quito. No nos equivocamos”, sentenció Mario Leito en su llegada a Tucumán, refiriéndose más a las penurias que debió pasar Atlético en el trayecto hacia Quito que al partido en sí mismo.
Apenas comenzó a circular la noticia de que el plantel estaba varado en Guayaquil y enfrentaba la posibilidad de quedar eliminado por no presentarse, la primera apuntada fue la dirigencia. “Teníamos todo bien planificado. Llegamos tres días antes a Ecuador y alquilamos un vuelo chárter para evitar inconvenientes. Surgieron cosas en el momento de partir hacia Quito que nos llaman mucho la atención, y que por fortuna pudimos resolver a tiempo”, manifestó el presidente, disconforme con las explicaciones que recibió al respecto. “Por suerte, nuestros jugadores demostraron esa fortaleza mental que hay que tener en momentos complicados para sobreponerse a la situación y obtener un resultado que nos permite seguir en la Copa”, rescató.
“Todos recibimos muchísimos llamados, eso nos hizo dar cuenta de lo que significó esto a nivel país. Como me dijeron desde una radio de Córdoba: ‘acá ya no hay colores de uno u otro equipo, hoy somos todos de Atlético Tucumán’”, contó el directivo, quien le restó importancia a la posibilidad de que El Nacional intente impugnar el partido. “No estamos preocupados, para nada. El partido se jugó y lo ganamos en buena ley. Lo que pueda pasar a partir de ahora lo iremos resolviendo como resolvemos todas las cuestiones difíciles. A nosotros nada se nos hace fácil, pero por algo estamos donde estamos”, concluyó Leito.